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Reseña Histórica

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El territorio donde ahora se asienta el municipio de Venado estuvo recorrido en la época prehispánica por los salvajes chichimecas, nombre genérico con que se designaron distintas tribus chichimecas que existían en el altiplano potosino según escritos de los religiosos del siglo XVI, lo habitaban: en la parte sur los llamados cuachichiles o guachichiles, en tanto que en la parte norte en una buena extensión vivían los llamados negritos.
Se dice que los chichimecas habían llegado allí en el siglo XIII a raíz de la caída de Tula o Tollan, la gran metrópoli tolteca y se extinguieron totalmente hasta ya entrado el siglo XVII; por su parte los llamados negritos, los encontramos en esa región todavía en el siglo XVIII a través de sus descendientes, aunque en estado de extinción, durante la época colonial una regular congregación de ellos se encontraba en el pueblo de Venado y estaban localizados en un barrio según se dice.

Durante casi todo el siglo XVI esta región estaba casi despoblada y los grupos que allí habitaban no dejaron ningún testimonio de sus eventuales asentamientos, quizá por ser nómadas no merecieron que allí se establecieran entonces los religiosos misioneros.

Quizá el primer fraile doctrinero que estuvo en el territorio del hoy municipio de Venado fue Fray Diego de la Magdalena; parece que su entrada a estas tierras fue en 1554 y gasto cerca de cuarenta años en la conversión de los guachichiles, anduvo por muchos lugares: por Charcas, San Miguel Mexquitic, San Luis Potosí, Santa María del Río, San Luis de la Paz, Salinas del Peñón Blanco y Venado. Fray Diego de la Magdalena y el capitán Miguel Caldera habían logrado que los indios se congregarán en algunas partes reducidos a paz, ésto fue en sus principios el origen de las nuevas fundaciones de varios conventos entre ellos el del Agua del Venado, hasta que en 1590 ya estando pacificada la nación guachichil, el capitán Miguel Caldera, fray Diego y algunos caciques de esa parcialidad indígena fueron a la ciudad de México a entrevistarse con el Virrey don Luis de Velazco.

El Virrey resolvió que considerable número de familias de

Tlaxcala vinieran a estas tierras como pobladores de colonización; se convino que los tlaxcaltecas vendrían con sus familias, se les guardaría a ellas y sus descendientes los privilegios de hidalguía que ya les estaban concedidos, serían libres de todo tributo, servicio personal o alcabala, vivirían en barrio aparte sin que indio de otra nación o español se metiera entre ellos, se les repartirían solares para fincar y tierras para labrar dentro de tres leguas de su pueblo, también se les suministraría manutención durante determinado tiempo. Bajo estas condiciones vendrían los tlaxcaltecas a estas tierras que ahora son territorio del estado potosino, para ese objeto allí se empadronaron cuatrocientas familias que en efecto vinieron todos al mando de don Buenaventura de Paz, nieto del famoso guerrero Xicoténcatl.
Lo relativo al reparto de las colonias de tlaxcaltecas, el 11 de agosto de 1591 se resolvió que se hicieran varias poblaciones, la última sería Saltillo, y a su paso por la congregación de guachichiles de San Sebastián del Agua de Venado se acordó que una colonia de familias tlaxcaltecas quedará allí, pero ese lugar no estaba despoblado, allí existía, desde años antes un numeroso grupo de indígenas asentados en paz que los había congregado el capitán Gabriel Ortiz Fuenmayor. Entre los guachichiles de allí, había muchos de la casta llamados negritos, y principales de aquella nación eran: don Juan Escaname, don Bartolomé Chanola y don Juan Pedro así como don Francisco Tomaqui. No se unieron por el matrimonio a las familias tlaxcaltecas, sino que se mantuvieron en aislamiento y muy pronto se extinguieron los de San Luis y Mexquitic. Los de El Venado llevaron una vida miserable, rayana en la esclavitud, bajo la presión de advenedizos, que disfrutaban las tierras o las arrendaban en condiciones en que los indígenas no alcanzaban provecho.

El pueblo de Venado pronto tuvo un \"€œprotector\"€ lo fue el conquistador Juan de la Hija de 1592 a 1607 a él seguramente le tocó defender a los indios de Venado de las continuas invasiones, despojos y otros abusos que sufrían de parte de los hacendados españoles limítrofes que codiciaban las tierras y aguas del pueblo.

Había un alto interés de los soberanos españoles de mantener la paz y la quietud del reino, dando a los indígenas un trato paternal, no consintiendo que los vecinos y otras personas, les hicieran molestias y otras vejaciones, ni se sirvieran de ellos contra su voluntad, se quería que los Capitanes conquistadores se convirtieran en protectores de sus antiguos enemigos indígenas, manifestándose hacia los indios en forma de lo que se llamó \"€œRegalos de Paz\"€ y comprendían: abastecimiento de alimentos si su cosecha se malograba, distribuciones anuales de ropa, donativos para la construcción de las misiones y su conservación para estimular los esfuerzos de los religiosos; pero esto duró el limitado tiempo de la evangelización; ayudó efectivamente al proceso de consolidar la conquista, pero después hubo de abandonar esta política conciliadora y desde entonces hasta el siglo XIX los indígenas se encontraron frente a frente, en litigios interminables contra los colonizadores españoles, hacendados y encomenderos.



templo católico en venado
La persistente repetición de los despojos sufridos por los indígenas a manos de estos verdugos advenedizos. Acaso estos inhumanos tratos a que fueron sometidos, aceleraron la desaparición de la población indígena. En 1616, Gabriel Ortiz Fuenmayor, hasta entonces justicia y protector de ellos declaró que \"€œen este pueblo de San Luis se ve no haber hoy un indio chichimeca, con haber sido de las mayores congregaciones que se hizo en esta frontera\"€. Por los actos delictuosos que los españoles cometían en contra de los indios del Venado, y al efecto mencionó por sus nombres a los responsables que eran Alonso de Ávila, su yerno Pedro Monzón, Bartolomé de Mendoza, Diego Coronado, Isabel de Coca y dice que de ellos y de otros se quejaban los naturales ante el Alcalde Mayor de San Luis que por entonces lo era don Pedro Salazar; éste decidió obrar severamente y el 4 de julio de 1616 ordenó a Juan de la Hija, Teniente de Justicia en el Venado, que bajo ciertas penas hiciera salir dentro de treinta días a Monzón, Mendoza, Coronado y otros cualesquier, español, mestizo, negros y mulatos.

Años después en el pueblo de San Sebastián Agua del Venado y en otros lugares se manifestó entre los indios cierta conmoción que fue tomando caracteres alarmantes y hasta se llegó a tener un alzamiento indígena en los años de 1629 y 1630, los naturales se quejaron de malos tratamientos que recibían de los españoles; por su parte los ministros eclesiásticos le informaron al Virrey Marqués de Cerralvo que la causa de ello era el que ya no les daban, provisiones de alimentos, carne, ni ropa. El Alcalde Mayor don Martín del Pozo ordenó en 1630 que a los indígenas del Venado se les dieran 500 novillos y fanegas de maíz.

El pueblo de Venado recibió la visita de don Martín de Mendalde el 17 de agosto de 1674 entonces Alcalde Mayor de San Luis, llegó acompañado de varios personajes de calidad y autoridad de San Luis; hubo de hospedarse en el convento, allí se manifestó una agria y descomedida actitud del Teniente Protector de los Indios el Capitán González de Escalante, hubo cambio de palabras entre el Alcalde Mayor don Martín de Meldalde y el Capitán González de Escalante por motivos de jurisdicción, mostrándose este inobediente y con falta de sumisión al Alcalde Mayor. Por lo que el Alcalde Mayor en uso de su autoridad le notifico prisión a González de Escalante.

Las tierras y aguas del Venado siempre excitaron la codicia de los estancieros, hacendados y advenedizos.

Los indios de Venado fueron siempre aconsejados, auxiliados y aun dirigidos por los frailes franciscanos. Entre ellos se distinguió fray Luis Hermoso, fue representante de los indios de San Sebastián del Venado en la defensa de sus tierras y aguas, en un largo litigio que debió de haber formado gruesos legajos y haber tener muchas instancias, tanto así que aún llegó a imprimirse, esto era excepcional en aquellos años; este libro, que es una notable pieza jurídica por ser asunto potosino se título \"€œalegación a favor de los indios de San Sebastián del Venado sobre sus derechos a las tierras y aguas que poseen\"€. No sabemos la resolución que debió de haberse dictado con motivo de esa \"€œalegación\"€, lo que sí consta repetidamente es que años después los indios de Venado continuaron litigando por sus derechos.

En la provincia potosina y en algunos otros lugares de la Nueva España se iniciaron una serie de alborotos sociales de los indígenas que exigían en forma violenta y amenazadora determinadas peticiones; en San Luis estas conmociones evolucionaron hasta tomar caracteres de una sublevación en contra de los españoles y se les ha llamado como \"€œlos tumultos\"€.

Fue entonces cuando grupos mineros de gentes, tanto de la plebe de San Luis y sus barrios, que entonces eran entidades independientes de la ciudad, como venidos de otros lugares como el Cerro de San Pedro, Soledad, Santa María del Río, San Nicolás del Armadillo, Valle de San Francisco (ahora municipio de Villa de Reyes) todos ellos llamados comúnmente como \"€œLos Serranos\"€ invadieron en diversas ocasiones a la ciudad causando la natural zozobra y terror por los excesos cometidos. Esos escándalos públicos ensangrentaron a la ciudad y pueblos de su jurisdicción desde mayo a octubre de 1767.

Fueron puestos presos los cabecillas de los amotinados y a viva fuerza se consumo la expulsión de los padres jesuitas, hecho que no tenía ninguna relación con la causa de los motines. Lo cierto es que fue el pueblo de Venado uno de los que se significaron en esta gravísima conmoción.

Con lo anterior se deja ver que gran parte de los vecinos de Venado secundaban abiertamente la causa de los tumultuarios de San Luis y aún habían cometido los mismos actos delictuosos, ya para entonces, el 10 de julio venia en camino hacia San Luis el visitador José de Gálvez con su tropa armada dispuesto a restablecer el orden y castigar severamente a todos los responsables: a poco se supo que ya estaban presos muchos de ellos y que se habían iniciado las averiguaciones consiguientes.

El 12 de septiembre se dictó la sentencia contra los naturales del Venado y la Hedionda (hoy ciudad Moctezuma). Se ordenó instalar una horca en la plaza pública del pueblo de Venado, donde fueron ajusticiados los principales cabecillas del alzamiento.

Por el transcurso del tiempo había crecido la población de Venado, el cura doctrinero en su padrón de 1788 contaba cerca de 13,000 feligreses en su jurisdicción. Los vecinos del pueblo ocurrieron al Virrey o Conde de Revillagigedo gestionando la restitución de las tierras de que antes gozaban y que los habían perdido por virtud de la sentencia que en contra del pueblo había dictado don José Gálvez en 1767 como castigo por los tumultos allí registrados. De lo que resultaba que por el aumento de población le eran insuficientes las tierras que les habían dejado.

Los promoventes apoyaron su petición afirmando haber sido constantes en estar sumisos a la autoridad real y al efecto rindieron información y pruebas pertinentes, acabando por solicitar también, se les restituyera el privilegio que antes tenían sobre poder elegir sus gobernadores y demás oficiales de su gobierno y acompañaron debido testimonio de todo lo anterior.

El Virrey Revillagigedo dio cuenta al Rey sobre estas peticiones el 31 de diciembre de 1792. Por su parte el soberano turnó el asunto al consejo de Indias y este alto cuerpo tardó en resolver cerca de cuatro años pues fue hasta el 18 de diciembre de 1796 cuando expidió la cédula en la que se ordenó:
\"€œConceder a los indios del Venado y la Hedionda desde luego el privilegio de pueblos, para que vuelvan a elegir gobernadores y oficios concejiles, conforme lo ejecutaban por las concesiones anteriores a la sentencia del año de mil setecientos sesenta y siete; y por lo tocante a las tierras que no están vendidas y sólo se disfrutan por otros colonos en arrendamiento o bajo de un moderado canon: os ordeno y mando atendáis a los expresados indios, sin perjuicio de tercero y según lo permitan las circunstancias, dejando a vuestra justificación y arbitrio, como al de esa Junta Superior, por ser así mi voluntad...\"€

Años después se conmovió la Nueva España con la rebelión iniciada en Dolores por el cura Hidalgo. El pueblo de Venado se manifestó desde luego como sumiso al gobierno virreinal y su fidelidad la demostró de una manera tan evidente como que allí, en ese pueblo se organizó el batallón de infantería llamado \"€œde los tamarindos\"€ que se distinguió en diversos combates a las órdenes de don Juan Nepomuceno de Oviedo, administrador de la hacienda de Bocas, incorporado al ejército realista del brigadier Félix María Calleja en su campaña contra los insurgentes.

Para entonces el ejército de Calleja había combatido contra la chusma insurgente en tres ocasiones que fueron las de Aculco, Guanajuato y Calderón y el cura Hidalgo y los suyos, con los restos de su fuerza derrotada y casi desecha se dirigía hacía el norte. Salió de Zacatecas a fines de enero de 1811 y fue pasando a marchas lentas por Ojo Caliente, la hacienda del Carro (hoy Villa González Ortega), Salinas del Peñón Blanco y las haciendas de Cruces y Guanamé, así llegó a Venado al mediodía del primero de febrero.

Allí vivía entonces un muchacho llamado José Morales y muchos años después escribió una relación sobre lo que vio en aquellos días...\"€cuando paso Hidalgo, sólo había en el Venado tres casas principales: las tres eran de españoles y una pertenecía a Francisco Fajardo, Intendente o Justicia Mayor, otra a Ramón Guerrero y la última estaba ocupada por una tienda y era de Félix Solís. Los soldados acamparon en la plaza de San Miguel, que está al norte de la población, junto a la loma que sigue el mismo rumbo; antes de abandonar la población repartió Hidalgo mucho dinero a los pobres...\"€

Hidalgo habitó una casa que esta frente del antiguo convento de San Francisco o sea a un costado de la Iglesia. Fueron sólo tres días los que allí estuvo el cura Hidalgo. Se logró la Independencia Nacional y se suscribió el Acta de la Independencia en 1821, se instaló el efímero imperio de Agustín de Iturbide que terminó en 1823 y al año siguiente de 1824 se promulgó la Constitución Política de la República que declaró la existencia del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí donde se instaló el Congreso Constituyente para discutir y aprobar la Constitución Política del Estado.

El día 8 de octubre de 1827 fue dictado el decreto Nº 61 por la Legislatura del Estado, sobre renovación de ayuntamientos y otras disposiciones relativas en cuyo decreto, articulo 25 ya se menciono a Venado como uno de los ayuntamientos del Estado. Luego entonces en esta fecha es la erección del Municipio de Venado, allí se dijo que su ayuntamiento estaría constituido por dos Alcaldes, seis Regidores y dos Procuradores Síndicos.

Fue hasta el 26 de abril de 1830 cuando la Legislatura del Estado dictó su decreto Nº 68 sobre Arreglo de Municipios, allí se ordenó en su artículo 23 lo siguiente:

\"€œ23.- La ciudad de Venado: su municipio será lo que hoy reconoce con el agregado de la hacienda de Guanamé, hasta los linderos de Cruces por el sur y línea recta de éstos de oriente a poniente con inclusión de las tierras que dividida, exceptuando las demarcadas a Charcas\"€.

El nombre de Guanamé es palabra del idioma guachichil y es una de las pocas palabras que aún se conservan de esa lengua. En el sitio de lo que fue la hacienda de Zapihuanamé, también nombre guachichil del que se derivó el nombre de Guanamé como se llamó después esa rica hacienda ganadera.

Fue en el siglo XVIII cuando la hacienda de Guanamé estuvo en su mayor auge.

Durante la época de la Guerra de Independencia se dijo que esta hacienda de Guanamé tenía una extensión de 400.000 cuatrocientas mil hectáreas. Otra Hacienda y muy importante del ahora municipio de Venado fue la hacienda de Coronado. Sus orígenes se remontan hacia los principios del siglo XVIII. Debe tenerse como cierto que este latifundio originalmente fue la merced de un sitio de ganado mayor y cuatro caballerías de tierra otorgado en mayo de 1722 a don Nicolás Coronado. Por entonces un sitio de ganado mayor equivalía a 1,775 mil setecientas setenta hectáreas de terreno y debía de poblarse dentro de un año con quinientas cabezas de ganado mayor.

Por ello debemos suponer fundadamente que este estanciero fue seguramente quien introdujo la ganadería en esta zona fincando con ello la base de la propiedad ganadera de esa región.

Sobrevino la Revolución y poco después se iniciaron los repartos agrarios.

En los años veinte y aún en los treinta de este siglo fueron numerosas las afectaciones agrarias y el propietario se veía impedido de impulsar allí los ganados bovinos y solamente había algunos chinchorros de cabras de los ejidatarios; don José Hernández Guerra trató con ellos comprándoles la leche que producían las cabras y comenzó a hacer el producto llamado cajeta que es un dulce que nunca se había hecho aquí en forma industrial.

Como la producción de leche de cabra en esa hacienda resultaba insuficiente, el señor Hernández Guerra se vio en la necesidad de aviar a sus mismos ejidatarios para fomentar la cría del ganado cabrío. En estos prestamos personales invirtió las primeras ganancias.
Al poco tiempo su producto, convenientemente envasado y presentado invadió los mercados de las plazas vecinas de San Luis, se extendió hacia toda la República y se comenzó a exportar a los Estados Unidos con gran éxito.

Los habitantes del municipio de Venado vieron pasar en febrero de 1847 las divisiones de infantería del Ejército Nacional que iban al norte a enfrentarse con los invasores norteamericanos. Los cuerpos del ejercito mexicano venían desde las haciendas del Peñasco y de Bocas, del pueblo de San Jerónimo de la Hedionda, hoy Moctezuma y de otros lugares, había un frío riguroso y siguió el temporal con lluvia, el 11 de febrero cayó una nevada y los hombres de nuestro ejercito, con hambre y sed de cuarenta y ocho horas presentaron combate a las fuerzas norteamericanas del general Taylor, primero en Aguanueva donde derrotaron y dispersaron al 2º regimiento de Infantería de Indiana obligando a retroceder a los rifleros de Marshall.

Después se dio la gloriosa batalla de Angostura pero el general Santa Anna ordenó la retirada que representó para México una formidable derrota. El desecho ejército mexicano se retiraba hacia San Luis Potosí. Los habitantes de la población de Venado vieron pasar algunos cuerpos militares, un doloroso desfile en el que venían en la delantera los mutilados, los más graves en camillas formadas con horcones de palos, los menos dolientes en carretas tiradas por bueyes, allí muchos soldados impedidos de incorporarse a sus filas se quedaron en Venado auxiliados por los vecinos del pueblo.

A los pocos meses y en ese mismo año de 1847 una gran partida de indios bárbaros desprendida de los confines del norte atravesó el desierto asolando algunos pueblos, haciendas y rancherías invadiendo los municipios de Catorce y Venado, sufrió la invasión de ochocientos salvajes en su territorio, las fuerzas federales y del Estado que marcharon a proteger al departamento del Venado atacaron a los indios en la Loma de los Zapotes, cerca de Morterillos; esas fuerzas se compusieron de 160 dragones y 80 infantes, de los cuales sólo quedaron 12 soldados de caballería. Perecieron a manos de los bárbaros 148 dragones y toda la infantería, según parte oficial rendido por el Alcalde 1º de la Hedionda (hoy Moctezuma). Esta noticia alarmó terriblemente a los vecinos de la capital, temiendo que después de ese triunfo de los salvajes y siendo la escasa la fuerza que había de guarnición, se atrevieran a penetrar a ella o se aproximaran a las villas suburbias.

Todavía no se reponía el pueblo de Venado de las calamidades sufridas cuando el 18 de diciembre de 1849 se presentó allí la terrible epidemia del Cólera Morbo que antes había atacado a Monterrey, Matamoros y Salinas donde estuvo por 2 meses y hubo allí 136 víctimas. El gobierno comisionó a Venado al doctor don José Marks. Allí cobró fama con un método curativo suyo, según se supo, daba excelente resultado.

El 5 de febrero de 1857 fue promulgada la nueva Constitución Política de la República. El Partido conservador no acepto ese código político y en la ciudad de México se pronunció el Plan de Tacubaya contra la Constitución el 17 de diciembre de 1857. En San Luis fue secundado este plan el 29 del mismo diciembre por el comandante general don Mariano Morett lo conminó para que se adhiriera a él, pero él insistió en su negativa.

El gobernador Eulalio Degollado tenía bajo su mando la fuerza nacional que estaba reconcentrada en el convento del Carmen, en tanto que los pronunciados con el Gral. Morett a la cabeza estaban posesionados del convento de San Francisco. El señor Degollado comprendió que toda resistencia sería inútil porque era más numerosa la fuerza militar del Gral. Morett, entonces decidió abandonar la ciudad con algunas compañías de la guardia nacional y salió una noche de la ciudad, con rumbo hacia el norte llegando a la ciudad de Venado donde estableció su gobierno.

Mientras tanto en San Luis quedo el Gral. Morett asumiendo los mandos político y militar, pero por breves días Venado fue la capital del Estado en aquella época.

Por entonces se encendió en todo el país la sangrienta Guerra de Reforma, liberales y conservadores debatieron encarnizadamente sus principios y termino esta guerra fraticida en 1860, poco después vino la Intervención Francesa el presidente de la República, Lic. don Benito Juárez dispuso que los poderes de la Unión se trasladaran a San Luis Potosí, a donde llegó con su familia y ministros el 9 de junio de 1863 y aquí estuvo hasta el 22 de diciembre de ese año cuando Tomás Mejía y sus traidores ocuparon la hacienda del Jaral y sus avanzados llegaron hasta Santa María del Río, fue entonces cuando el Sr. Juárez decidió abandonar San Luis Potosí iniciando su ruta hacia el norte, llegando a Venado el día 25 sólo de paso para rendir jornada en Charcas, apenas debió tener tiempo para recibir los parabienes de las autoridades y de los vecinos, por entonces no había más novedad que la de don Marcos García Ramos, por concesión que había obtenido desde 1862 había terminado allí la construcción de una importante fabrica de hilados y tejidos de algodón que ya estaba funcionando, pero había un litigio con la señora Francisca Paula de Pérez Gálvez y Obregón por su incumplimiento en el suministro de la gran cantidad de madera necesaria.

La fábrica de hilados de algodón, llamada Guadalupe, allí instalada por don Marcos García Ramos movía sus telares con la fuerza de la gran rueda hidráulica dispuesta en la parte caudalosa del río y según la concesión otorgada por el Ayuntamiento el 5 de febrero de 1863 sólo se podía disponer desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, con excepción de los domingos y días feriados. Desde entonces esa fabrica represento para Venado una importante fuente de trabajo, en donde se ocupaban varias docenas de hombres y mujeres.

Diez años después, en 1873 esa fábrica de hilados pasó a poder de la importante negociación J. H. Bahnsen y Cía. que tenía su casa matriz en la ciudad de San Luis Potosí, pero había algunas reclamaciones del Ayuntamiento de Venado por cuanto al uso del agua, avenidas las partes se pactó una nueva escritura el 12 de febrero de 1874. Sin embargo al poco tiempo continuaron las reclamaciones del ayuntamiento, esta vez por los perjuicios sufridos por los dueños de las huertas y labores agrícolas al no recibir el suficiente caudal de agua para el riego, pues se dijo que indebidamente la casa Bahnsen la aprovechaba fuera del horario convenido.

Este asunto fue resuelto administrativamente en definitiva muchos años después según escritura pública de fecha 12 de noviembre de 1900, otorgada en San Luis Potosí entre las partes: por el ayuntamiento de Venado, el Sr. Jesús G. Hernández, como Síndico Primero Municipal y por la otra parte el señor Guillermo R. Petterson con su personalidad de Gerente de la Empresa J.H. Bahnsen y Compañía.

En octubre de 1898 los vecinos de Venado estaban de fiesta, como que el Ayuntamiento de la ciudad había inaugurado recientemente el servicio de alumbrado público. Esta noticia, sin mayores datos la refirió el periódico potosino La Época, en el número 5 del 16 de octubre de ese año.

El 15 de septiembre de 1913, el Gobernador interino general Francisco Romero rindió su informe de Gobierno y en se dijo que varias poblaciones del Estado habían caído en poder de los alzados, entre ellas las de Venado donde se habían cometido todo género de depredaciones, se había puesto en libertad a los presos y se tuvo que lamentar el incendio de las oficinas públicas y por ello desaparecieron los archivos que allí había.

En noviembre de 1913 los alzados asaltaron la hacienda de Coronado, donde robaron caballada, pasturas y cuanto quisieron y al retirarse se llevaron presos a los dependientes de esa Hacienda, por cuyo rescate exigían la cantidad de 600 pesos.

El 30 de enero de 1915 las fuerzas constitucionalistas que se encontraban posesionadas de Venado evacuaron esa plaza, estaban mandadas por el general Herminio Álvarez quien se decía \"€œGobernador y Comandante Militar\"€.

Fue durante la Revolución cuando en la ciudad de Venado se instaló el alumbrado público eléctrico, pues el que entonces allí había sido inaugurado desde 1898, esta mejora pública del alumbrado eléctrico tanto en la plaza principal como en algunas calles se debió a la generosa donación que según se dijo había sido hecha por el gerente de la fábrica de hilados que allí existía.

Debe aclararse que para entonces esta fábrica de hilados ya no era propiedad de la Casa J. H. Bahnsen y Cía., sino que había sido vendida al Sr. Hilario Torres fuerte capitalista de la ciudad de León, Gto., el día 11 de septiembre de 1905, quien seguramente la regenteaba cuando su gerente o representante, de quien no se sabe su nombre, de acuerdo con el Ayuntamiento de la Ciudad de Venado, cedía gratuitamente al pueblo, el fluido eléctrico que ya se generaba en la planta particular de la fabrica de hilados.

A mediados del año 1917 en que ya había cesado la furia revolucionaria y gobernaba el estado potosino el general Juan Barragán se quejo según los historiadores de la: \"€œ...Mala situación militar del Estado sigue asumiendo grandes proporciones... la guarnición de Venado, perteneciente al general Miguel M. Acosta, se negó a obedecer... se pronunció poniendo preso al Mayor Jefe de la Guarnición y una vez que lo desarmaron le quitaron el uniforme y se entregaron al escándalo más desenfrenado, saqueando las principales casas de comercio y se apoderaron de los caballos de los vecinos para irse a incorporar a la sierra con los Cedillo\"€.

Toponimia

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Refieren los historiadores que según los escritos de los religiosos del siglo XVI que el territorio donde ahora se asienta el municipio de Venado fue habitado por dos grupos: los guachichiles en la parte sur y en el norte los llamados negritos. Se dice que el primer Fraile doctrinero que estuvo en la región fue Fr. Diego de la Magdalena en el año de 1554. En ese entonces se le dio el nombre de \"€œSan Sebastián del Agua del Venado\"€. Se le da la categoría de municipio el 8 de octubre de 1827 en el decreto Núm. 61.

Personajes Ilustres

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Flavio B. Ayala (1885-¿?)
Nació en Venado. Político de renombre, luchador social muy joven se afilió al Club Liberal \"€œPonciano Arriaga\"€. Fue maestro mecánico, siempre tomó parte activa en las cuestiones sociales que se agitaban de una manera incipiente en los diferentes círculos obreristas, destaco como dirigente o líder en algunos gremios, alternaba sus labores, con actividades políticas que lo llevaron a ser Diputado de la Legislatura Local de 1917-1919 y en la siguiente 1919-1921, formó parte del Partido Regional Cooperativista y en 1920 apoyado por varios partidos fue electo Diputado al Congreso de la Unión cargo que desempeño hasta 1923.

Flavio F. Carlos.- Nació en la Hacienda de Guanamé municipio de Venado en 1864 y falleció en S.L.P., el 26 de octubre de 1944. Músico y escritor. Escribió varios libros para la enseñanza musical entre ellos; una Teoría de la Transportación, en 1897 y Nuevas Orientaciones para la Enseñanza de la Lectura de Música, Teoría y Práctica, Memoria del Primer Congreso Nacional de Música celebrado en la ciudad de México del 2 al 14 de septiembre de 1926, Lectura Musical, Concurso Infantil publicado en México en 1939.

León García (¿?-1972)
Nació en Venado S.L.P. Falleció en México, D.F., el 12 de enero de 1972. Su primera actividad fue como aprendiz de Electricista, logró organizar el Sindicato de Electricistas de la República Mexicana (sección San Luis) fue el primer Secretario de esta Organización en 1920. Precursor del Sindicalismo en S.L.P. Estuvo afiliado al Partido que sostenía en el poder al Profesor Aurelio Manrique, Gobernador del Estado, pero al caer este fue objeto de persecución por los enemigos de Manrique entre ellos el General Saturnino Cedillo García tuvo que huir, incorporándose a la causa agrarista al lado del Profesor Graciano Sánchez que comandaba un regimiento un regimiento agrarista en la Huasteca Potosina. Se unió al grupo formado por el Ing. Vicente Salgado Páez, Enrique Flores Magón, Ing. Adán Ramírez López, Lic. Javier Rojo Gómez, Lic. Emilio Portes Gil, quienes realizaron diversas actividades que culminaron con la fundación de la Confederación Campesina Mexicana (C.C.M.) en mayo de 1933. Este grupo, que cumplía ordenes del Presidente General Lázaro Cárdenas convocó a una asamblea constitutiva donde se discutieron los estatutos de la Confederación Nacional Campesina (C.N.C.) que fue fundada el 28 de agosto de 1938, donde ocupó el cargo de Secretario General Suplente. Fue Secretario de Acción Agraria en el Partido Nacional Revolucionario, Diputado Federal por San Luis Potosí, Senador de la República en dos Legislaturas.

Otros cargos públicos que desempeño:
Vocal Ejecutivo de la Comisión Nacional de Colonización, en el régimen del Presidente Ruiz Cortínez.
Jefe de Oficina de Quejas de la Presidencia de la República durante el periódo del Presidente López Mateos.
Coordinador General de la Secretaria de Agricultura y Ganadería.

Manuel Moreno Rodríguez (1889-1975)
Abogdo. Nació en Venado. Falleció en San Luis Potosí el 4 de noviembre. En 1912 se inscribió como alumno interno en el Instituto Científico y Literario del Estado, en 1920 fue designado Juez Menor de San Luis Potosí, cargo que desempeño hasta principios de 1921 en que fue nombrado Secretario de Ayuntamiento.
En 1923, Diputado Electo a la Legislatura Local.
En 1925, fue nombrado apoderado de Ferrocarriles Nacionales de México.
Fue catedrático en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hasta su jubilación en 1967.
En 1940 fue nombrado Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado puesto que desempeñó durante 2 períodos consecutivos de 4 años cada uno.
En 1948 fue nombrado Síndico del Ayuntamiento de la Capital.
En 1967 fue designado Director de la Escuela de Jurisprudencia, fundador y director de la Escuela Preparatoria Nocturna.

Francisco Padrón Puyou (1910-¿?)
Médico. Nació en Venado S.L.P., en marzo. Estudió medicina en la U.N.A.M., se tituló de médico el 12 de marzo de 1936.
Catedrático de la U.A.S.L.P., en la escuela de Medicina.
Jefe del Servicio de Pediatría en el Hospital Central.
Director del I.M.S.S.
Diputado Federal.
Recluido en su domicilio se ha dedicado a la pintura de caballete. Sus numerosos escritos científicos se encuentran dispersos en varias publicaciones.

Manuel Rodríguez Martínez (1881-¿?)
Abogado. Nació en Venado S.L.P., en junio. Siendo aún estudiante de Leyes en 1904 fue nombrado Secretario del Juzgado Segundo del Ramo Civil en esta capital.
En 1914 aparece como Regidor Suplente del Ayuntamiento de la capital.
En 1916 resultó electo como Síndico del Ayuntamiento.
Fue electo otra vez como Síndico para los años 1921-1922 pero fue cargo que no ocupó porque también había sido electo como Diputado de la Legislatura Local, puesto que desempeño de 1921 a 1923, en septiembre de 1922 fungió como Gobernador Interino del Estado.

Cronología de hechos históricos

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1554 Fray Diego de la Magdalena inició en el municipio la cristianización de los indígenas.
1629 y 1630 Se registró un levantamiento indígena debido a los maltratos recibidos.
1767 Una sentencia a favor de José Gálvez, despojó a los indígenas de sus tierras.
1796 Se les concedió a los indígenas en litigio el territorio de la Hedionda para que en el eligieran nuevos gobernantes e hicieran de ése su lugar de residencia.
1810 El pueblo contó con un batallón de infantería llamado \"Los Tamarindos\", estos combatían contra los insurgentes al mando de Juan Nepomuceno de Oviedo.
1849 Durante dos meses se registró una epidemia de cólera que dejó muchos muertos.
1915 Las fuerzas constitucionales al mando del general Herminio Álvarez abandonaron la plaza.

Medio físico

, San Luis Potosí

El municipio se encuentra localizado en la parte norte del estado, en la zona altiplano, la cabecera municipal tiene las siguientes coordenadas: 101º06\"€™ de longitud oeste y 22º56\"€™ de latitud norte, con un altura de 1,790 metros sobre el nivel del mar. Sus límites son: al norte, Charcas; al este, Villa de Guadalupe y Villa Hidalgo; al sur, Moctezuma; al oeste, Salinas de Hidalgo. Su distancia aproximada a la capital del estado es de 113 kilómetros.

Ecosistemas

, San Luis Potosí

Flora

Predomina el matorral desértico, micrófilo espinoso, nopalera, izotal y pastizal; las principales especies de estas combinaciones que existen en el municipio son: gobernadora, mezquite, huizache, hojasén, granjeno, castela, corolaria, guayule, candelilla, maguey, lechuguilla, guapilla, sotol, palma china, palma loca, candelabros, órganos y teteches.

Fauna

Se caracteriza por las especies dominantes como: liebre, venado, aves silvestres, víbora de cascabel y roedores.

Atractivos culturales y turísticos

, San Luis Potosí

El municipio cuenta con:

Templo Parroquial, con un frontispicio neoclásico en arenisca rosa.
Ex Hacienda de Guanamé, con fachada de cantera labrada y sombrío estilo neoclásico.

Poblaciones del Municipio de

San Luis Potosí

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