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Reseña Histórica

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Epoca prehispánica

El interés por Calpulalpan se centrará en los grupos prototeotihuacanos. Los centros mayores o pueblos de ocupación teotihuacanos durante esta subfase temprano, fueron Los Cerritos o las colinas de Calpulalpan, sitio ubicado hacia el sudeste del poblado del mismo nombre. En la subfase tardía destacaría la ciudad de Tecoaque, situada a escasos 6 kilómetros al oeste del actual Calpulalpan; destaca otro pueblo grande al noroeste del cerro de San Nicolás, conocido como Los Cerritos de San Nicolás, así como otros asentamientos menores.

pirámides de tecoaque.
Los asentamientos contaban con estructura cívico-religiosas construidas sobre plataformas, usadas también para casa habitación. Sobre estas plataformas levantaron estructuras arquitectónicas con una altura de 4 metros en promedio. Curiosamente, siendo asentamientos teotihuacanos no hicieron uso del talud-tablero utilizado en la metrópoli, sino de la técnica Tenanyecac de Tlaxcala que consistía en la construcción de taludes superpuestos. El estuco utilizado por los teotihuacanos para recubrir taludes y pisos fue de mejor calidad que el usado por la fase cultural Tenanyecac, en Tlaxcala. Entre los elementos arquitectónicos descubiertos en los asentamientos teotihuacanos de Calpulalpan destaca el juego de pelota.

Los elementos líticos de uso cotidiano fueron muy similares entre los asentamientos teotihuacanos de Calpulalpan y los de fase Tenanyecac de Tlaxcala, con la característica de que ambos grupos usaron la obsidiana de color verde con mayor preferencia sobre otras rocas. Sólo en la confección de manos de molienda, las fabricadas por los teotihuacanos tuvieron mejor acabado que las tlaxcaltecas de la fase Tenanyecac. La escultura teotihuacana en la zona de Calpulalpan fue escasa, aunque se han detectado algunos \"yugos\" lisos y otros con decoración en bajo relieve, además de las famosas \"palmas\" y \"anillos\", usados en el juego de pelota. Ambos elementos de la lapidaria pulida, muestran la clara influencia que estos grupos recibieron de los pueblos que habitaban la costa del golfo centro-sur.

La cerámica teotihuacana encontrada en los asentamientos de Calpulalpan, es la misma que se usaba en la metrópoli. En su mayoría es monocroma color café, de tonos negro y rojo. Hay algunos exponentes de cerámica bicroma en rojo sobre café, o rojo sobre color bayo y escasamente se encuentran ejemplares tricomanos en rojo, café y ocre o café claro pulido. Las formas de la cerámica teotihuacana descubierta en Calpulalpan se refieren a cajetes con paredes y bases convexas; cajetes y platos de base plana y paredes divergentes, con o sin soportes-botón, ollas, floreros, así como vasijas \"miniatura\". La decoración consiste en incisiones o excavaciones, o bien pintada con elementos geométricos y rasgos simbólicos. Pero además se encuentra en abundancia la cerámica decorada de color anaranjado delgado, en recipientes de paredes y bases convexas, con base anular, además de pequeños candelabros.

La importancia de estos asentamientos en Calpulalpan y otros lugares de Tlaxcala para la metrópoli de Teotihuacán, destaca que el desarrollo urbano de Teotihuacán coincide con el de Mitla y Monte Albán en Oaxaca, El Tajín en el Golfo Central y el de Cholula en el Valle poblano -tlaxcalteca.

El itinerario comercial iba de Teotihuacán pasando por Cuaula, Tecoaque y su terminal en Calpulalpan. De aquí partían otras dos rutas más, rumbo a los otros 2 bloques teotihuacanos. Es de suponerse que de Calpulalpan se abría otro camino que se conectaba con Cholula y de ahí al Valle de Oaxaca, y probablemente con los grupos que habitaban los estados de Morelos y Guerrero. Del año 650 al 900, Calpulalpan sigue dependiendo culturalmente de la esfera teotihuacana-coyotlatelco. La influencia de la metrópoli disminuye con la separación del norte de Tlaxcala y del corredor teotihuacano de Apizaco a Huamantla, que se incorpora a los asentamientos más antiguos de Tlaxcala dentro de la fase cultural Texcalac.

La esfera teotihuacana se reduce a la región de Calpulalpan y a su vecino más próximo en el actual estado de Hidalgo, la región de Apan. En su conjunto los asentamientos teotihuacano descienden a 56; de los cuales 36 quedan en Tlaxcala y el resto en el estado de Hidalgo. Como consecuencia de la pérdida del norte y del corredor teotihuacano de Tlaxcala, la población de los asentamientos disminuye a 24 085 respecto de los 85 000 que existieron en su máximo esplendor.

El grupo mayor de poblaciones teotihuacanos-coyotlatelco, se ubica alrededor del pueblo grande o ciudad de \"Los Cerritos\" de Calpulalpan, constando de 25 asentamientos que ocupan una superficie de 215 km2.

Los asentamientos de Calpulalpan, pese a depender hegemónicamente de Teotihuacán, mantuvieron contactos con los grupos del valle poblano y con Cacaxtla, así como con las del Golfo de México y con las del sur de Puebla y Oaxaca. Al cerrarse el corredor teotihuacano de Apizaco a Huamantla, Calpulalpan adquiría nuevamente relevancia para la cuenca de México, al trazarse una ruta comercial que conecta Teotihuacán y Calpulalpan con Cholula, vía San Martín Huejotzingo, o bien con Cacaxtla.

Por primera ocasión los grupos de mayor tradición en Tlaxcala, en su fase Texcalac, ponen un pie en Calpulalpan mediante tres asentamientos: hacia el oriente, inmediato al cerro de San Nicolás, que van a convivir con 146 asentamientos toltecas; los de Amantla, localizados al sur y al oeste de la actual población de Calpulalpan. Estos últimos asentamientos distribuidos en una superficie de escasos 120 km2 y con una población de apenas 8 200 personas. Los datos anteriores nos indicarían que los asentamientos toltecas de la cultura Amantla, encontraron mejores condiciones para su desarrollo en el estado de Hidalgo, o bien, que la región de Calpulalpan entró en una serie de conflictos aún no precisados, pues sus asentamientos muestran por primera vez elementos arquitectónicos de fortificación.

Texcoco va a tomar el control de Calpulalpan por un largo periodo y posteriormente por los mexicas o tenochcas, como se les conocía en Tlaxcala. La historia del señorío de Texcoco y del rey poeta Nezahualcoyotl está indisolublemente ligada a Calpulalpan y Tlaxcala.

Nezahualcoyotl inicia su exilio y peregrinaje por el bosque de Tetzcotzinco, hasta llegar a la sierra de Calpulalpan, pasando a Xahualiuhcan y Cuauhtepec (Cerro del Aguila). Estos lugares se localizan dentro del entonces distrito de Ocampo, del actual estado de Tlaxcala. Sin embargo, el mayor reconocimiento de Nezahualcoyotl y Texcoco a Tlaxcala, consistió en cederle el territorio de Calpulalpan, por ser una región fértil que aliviaría la presión de la población sobre el reducido y áspero territorio de Tlaxcala. A la muerte del rey-poeta Nezahualcoyotl, el pacto de ayuda mutua cayó en el olvido. El fortalecimiento de Tenochtitlán y la expansión que llevó cabo, no sólo significó interrumpir las rutas comerciales de Tlaxcala y el consiguiente bloqueo, sino también apoderarse de Calpulalpan, provincia cedida por Texcoco a Tlaxcala, sujetándola a su dominio. Este nuevo agravio explica el resentimiento de Tlaxcala respecto de México-Tenochtitlán.

En febrero de 1521 los 13 bergantines construidos en Tlaxcala fueron terminados y probados en la represa del río Zahuapan, construida exprofeso. Cortés ordenó que fueran remitidos a Texcoco. Martín López, Alfonso de Ojeda y otros los condujeron por terrenos de Calpulalpan. Cortés instruyó a Sandoval para que en el camino destruyeran el lugar donde había sido aprehendido y sacrificado Juan Yuste, y demás españoles. Cortés se reservó la venganza de Texcoco para tiempo después. Bajo esas circunstancias, en cuanto llegó Sandoval a Calpulalpan, realizó una vergonzosa y monstruosa matanza de la población civil, en su mayoría niños, mujeres y ancianos que no pudieron huir. La ciudad fue quemada y arrasada.

Parece ser que la muerte de Juan Yuste y de sus acompañantes españoles se debió a la venganza, por la prisión a que había sido sometido Cacama, señor de Texcoco. La matanza y destrucción de Calpulalpan en nada ennobleció las armas españolas.

La colonia. Los moradores de Calpulalpan descendientes de los arquitectos que construyeron y soñaron a Teotihuacán, de los herederos de los dioses en Tula, y de los chichimecas, que con Nezahualcoyotl habían humanizado la naturaleza a través de la poesía, no aceptaron el trabajo forzado de los encomenderos españoles y se refugiaron en la sierra de los volcanes. La población de Calpulalpan no sólo sufrió la falta de alimentación y la desnutrición de la vida nómada a la que ya no estaban acostumbrados, sino padeció las enfermedades que trajeron los conquistadores, entre ellos la viruela que diezmó la población.

Los frailes lograron que en 1525 el virrey Antonio de Mendoza concediera una merced a la comunidad del pueblo de Calpulalpan, consistente en dos sitios de estancia para ganado mayor, y otros seis de estancia para ganado menor. Los de mayor estaban ubicados en los lugares conocidos como: Mitepec, Amicuilpa, Cocotla, Hiloacan y Tlatzacualolan; los otros seis en los sitios conocidos como: Cuaxicaltepetlxcotepec, Cuamila, Cuautlamazapantecuartzatziolollan, Tetzmolantetizillan, Tecalticpantlaxoxoacan, Cuauhtlacuahzollapan, Amellalcoatlachimelpa y Yezotitlillan.

Las tierras que conformaban la merced fueron delimitados por Fray Bartolomé de Las Casas, quien tenía el nombramiento de alcalde mayor de la ciudad de Texcoco. El virrey condicionó la merced a la congregación de los indios macehuales y en un año se asentaron en dicho lugar, pues posterior a la bárbara destrucción del Calpulalpan prehispánico por Sandoval, los calpulalpenses se habían remontado a la sierra nevada. Esta merced se expidió en 1545, pero no fue sino hasta el 11 de enero de 1548 cuando las tierras mencionadas fueron entregadas con gran solemnidad a don Francisco Toto Quihuatzi, cacique de Calpulalpan, a quien acompañaban los principales.

Siglo XIX

La independencia. La invasión napoleónica a España fue conocida en Calpulalpan durante 1808, causando inquietud entre sus habitantes. Los acontecimientos del 15 de septiembre de 1810 en Dolores Hidalgo fueron como un eco que se extendió a lo largo y ancho de la geografía nacional. Calpulalpan no fue la excepción. Para 1911 don Mariano Aldama llegó a Calpulalpan, haciendo un recorrido hasta Zacatlán a fin de organizar la insurgencia.

Entre los insurgentes de la región destaca la figura del infatigable don Eugenio Montaño, quien murió en el paraje de las Tortolitas, cercano a Calpulalpan, el 21 de julio de 1815, combatiendo a las fuerzas realistas. Desde 1811 se combatió permanentemente en Calpulalpan, Apan, Huichapan, Tulancingo y Zacatlán, bajo el mando de los insurgentes Francisco Osorno, los hermanos Villagrán y el coronel Miguel Serrano.

En 1821 de conformidad con la constitución española de Cádiz se convoca a la elección del primer Ayuntamiento de Calpulalpan, que integraron José Manuel de los Santos como presidente municipal y Francisco Segura como secretario.

Los enfrentamientos entre liberales y conservadores, además de la presencia de andas de facinerosos, mantienen en la zozobra a la población de Calpulalpan, hasta que apareció por la región la figura señera de Antonio Carvajal, quien propició la paz social y dio garantías a la laboriosa población de Calpulalpan.

Tlaxcala recobró su soberanía con la Constitución de 1857, pero los titubeos de Ignacio Comonfort por aplicarla, llevaron al país a un nuevo enfrentamiento. El Presidente Benito Juárez, quien asumió la presidencia de la República por ministerio de Ley, nombra al coronel J. Jesús Moreno Jefe de las fuerzas liberales de Tlaxcala, quien por circunstancias de carácter estratégico incorpora la municipalidad de Calpulalpan a su jurisdicción militar. Los ciudadanos de Calpulalpan y las autoridades del estado de México no objetaron alguna la medida. No obstante, los ciudadanos de Calpulalpan sentían más cercana la ciudad de Tlaxcala, que la lejana ciudad de Toluca.

Nuevamente por consideraciones estratégicas, el Presidente Benito Juárez determina, a solicitud del jefe del Ejército de Oriente, que Calpulalpan quede bajo la soberanía del estado de Tlaxcala. Los calpulenses que habían encontrado trato cordial y generoso de las armas tlaxcaltecas durante la revolución de Ayutla, aceptaron la medida presidencial en aras de la salvación de la patria, ante el inminente peligro de que se convirtiera en un protectorado francés. A la arenga que el gobernador tlaxcalteca, J. Manuel Saldaña.

Los contingentes de los municipios de Calpulalpan, Apan y Tepeapulco fueron claves para que los cuerpos del Ejército de Oriente, movilizados desde Veracruz, Oaxaca y Puebla, comenzaran el 9 de marzo de 1867 el ataque a las fuerzas intervencionistas que ocupaban Puebla. El 2 de abril de ese año, el Ejército de Oriente tomaba la ciudad de Puebla.

Tlaxcala jamás olvidó que Netzahualcoyotl, señor de Texcoco, había decidido ceder Calpulalpan a la República de Tlaxcala, ni que las malas artes de los tenochcas le habían privado de tierras tan fértiles. Las circunstancias adversas habían reunido nuevamente a Tlaxcala y Calpulalpan. Al concluir la guerra de intervención francesa, el secretario de Gobernación, Lic. Sebastián Lerdo de Tejada, dirigió una comunicación al Ayuntamiento de Calpulalpan y al gobierno del estado de Tlaxcala, fechada el 20 de mayo de 1868, indicándoles que una vez superada la emergencia nacional causada por la guerra de intervención francesa, Calpulalpan volvía a depender políticamente del gobierno del estado de México.

En función de esa argumentación Lira y Ortega integra el distrito rentístico de Ocampo con los municipios de Calpulalpan, Hueyotlipan y Españita, teniendo como cabecera a Calpulalpan, cuyos habitantes convocados a participar en el Congreso Constituyente eligen a un diputado local, quien colabora en la redacción de la segunda Constitución local de Tlaxcala. Por otra parte, la convocatoria del gobierno de la República para integrar el Congreso General, acepta que los distritos locales de Morelos y Ocampo elijan un diputado federal, siendo Calpulalpan la cabecera del nuevo distrito federal.

Como consecuencia de estos acontecimientos, los calpulalpenses que han adquirido en la práctica carta de ciudadanía tlaxcalteca, solicitan a su diputado local José González Vargas y a su diputado federal Rafael Casco, así como al gobernador Miguel Lira y Ortega, su intervención ante el Secretario de Gobernación para que quedara sin efecto el acuerdo por el cual cesaba la emergencia y Calpulalpan regresara a formar parte del estado de México.

Miguel Lira y Ortega acepta el encargo de los calpulalpenses y se dirige a don Sebastián Lerdo de Tejada, solicitándole dejar sin efecto el acuerdo de la Secretaría de Gobernación sobre Calpulalpan, argumentando que el poder Ejecutivo de la Federación jurídicamente estaba imposibilitado para modificar la división territorial del estado de Tlaxcala, en virtud de que el Congreso General admitió un diputado federal por el distrito tlaxcalteca con cabecera en Calpulalpan, considerándolo legalmente parte del territorio de Tlaxcala. A ello habría que considerar que sólo el Congreso estaba facultado para realizar modificaciones de ese carácter.

Valentín Gómez Farías, convienen la unión de Calpulalpan a Tlaxcala, obligándose el gobierno de este último a pagar la deuda pública del estado de México que se reportaba hasta el 29 de abril de 1868. El convenio fue sometido a la aprobación de las dos legislaturas locales y al Congreso General. Aprobado por las tres legislaturas, Calpulalpan quedó definitivamente reincorporado al estado de Tlaxcala, el 16 de octubre de 1874. Esa fecha fue decretada por el congreso local como fiesta estatal, para conmemorar la reincorporación de Calpulalpan a Tlaxcala, que no la anexión; pues Tlaxcala siempre lo consideró, a partir de la generosa decisión de Nezahualcoyotl, parte del territorio tlaxcalteca.

El porfiriato. Las encomiendas otorgadas por Hernán Cortés a sus soldados en Calpulalpan, fueron el embrión de la formación de enormes latifundios que se transformarían en haciendas cerealeras y pulqueras, además de madereras durante el porfiriato, mismas que al conectar Calpulalpan con los ferrocarriles Interoceánico y Mexicano, abrió el mercado del Altiplano de México a su producción.

A las seis de la mañana en las haciendas de Calpulalpan, y tal vez en otras más, se oía cantar el \"alabado\". Los peones eran levantados a las cinco de la mañana, por los capataces que pateaban las puertas de sus míseras moradas, para que a las seis estuvieran formados frente al despacho y entonar el \"alabado\". Este, más que un cántico místico de comunión espiritual entre el hombre y su divinidad, constituía un lánguido lamento a través del cual las voces desesperadas y desentonadas, daban gracias a Dios por haberles permitido disfrutar de la frescura del amanecer y empezar un nuevo día dedicado al trabajo fecundo y creador. Esta ceremonia la introdujo el franciscano Fray Antonio Margil de Jesús en el siglo XVII. Después de esa escena, a punta de fuetazos eran conducidos a sus trabajos por el capataz, elegantemente vestido de charro y montado en un brioso corcel.

Resulta importante señalar que el producto con óptimos rendimientos en las haciendas de la región, fue el pulque. El pulque derivado de la fermentación del aguamiel, extraído del maguey manso y otras variedades. El mayordomo estaba encargado de la elaboración del pulque, como los tlachiqueros de las tandas. A cada tlachiquero se le asignaban como tarea un número determinado de magueyes para su explotación, a cuyos conjuntos se les llamaba tandas. El aguamiel se levantaba y los magueyes se raspaban mañana y tarde.

El tinacal fue un local de amplios espacios y con buena ventilación, donde se colocaban las tinas de cuero de res o de madera sobre bancos, a una altura aproximada de 1.50 mts. Las tinas de cuero se preferían porque permitían obtener un producto de buena viscosidad y agradable sabor. Para las etapas de fermentación y maduración, así como para su vaciado en los barriles se usaba el embudo de cobre, las zarandas con las que se colaba el aguamiel, las chalupas para despumar, las jícaras, el banco para medir, las marcas para los magueyes, picados o de desecho.

El tlachiquero, a su vez, tenía su propio instrumental: las castañas, el ocote y el raspador , y los burros que transportaban el agua miel de las tandas al tinacal. Las tinas se construían sobre un bastidor de madera de encino que tenía un metro cincuenta centímetros por cada lado, fijándose el cuero de res por medio de clavos de una pulgada. El cuero debía ser fresco, previamente recortado de las extremidades, de manera que formara un receptáculo con el pelo hacia dentro.

En seguida se colocaba sobre bancos de madera y se rellenaba de tierra, misma que era apisonada con el objeto de dominar la elasticidad del cuero. Permanecía de esta manera durante una semana y después se retiraba la tierra, rasurando el pelo con una navaja. Posteriormente se procedía a lavarla La rutina y la monotonía de la vida en las haciendas de Calpulalpan se interrumpía en fechas especiales: en febrero por las fiestas del carnaval, el 15 de mayo para festejar a San Isidro Labrador y el 3 de mayo por la fiesta dedicada a la Santa Cruz.

Esta última festividad era la de mayor relevancia en las haciendas, pues estaba profundamente ligada a la producción del pulque. La tradición había condicionado a los tlachiqueros para que, semanariamente y de propia voluntad, fueran depositando una cantidad determinada de dinero para celebrar el día de \"la Santa Cruz\". El mayordomo designaba entre los tlachiqueros, al patrono de la nueva cruz que cada año se renovaba y que se colocaba en nicho adornado con flores artificiales.

El lado amable de estas festividades fue el llamado \"combate\". Fiesta al final de la cosecha que incluía misa, danza, canto religioso, recolección de los productos, castillos y jaripeos. El intermedio consistía en el obsequio a los peones y demás trabajadores de comida, frutas, golosinas, prendas de vestir y dinero, por parte de los patrones. La relación entre la reconquista española contra los musulmanes, escenificada mediante el combate, es la danza que alude a la lucha entre moros y cristianos.

Pero Calpulalpan no fue únicamente productor de pulque, cereales y cebada. La geografía lo dotó de bosques, de donde salió la primera madera para construir bergantines en el estillero de San Buenaventura Atlmapa, en los primeros años de la presencia hispánica. Todavía durante las épocas prehispánicas y colonial, los bosques de Calpulalpan se mantuvieron como cuando los recorrió el rey poeta Nezahualcoyotl, pero, llegó el ferrocarril, \"símbolo de progreso\", y las cosas cambiaron.

En contraste con la vida de los peones, los señores hacendados de Calpulalpan, sin proponérselo, o tal vez, por la propia inercia de la vida social, integraron una aristocracia local que imitó costumbres de otras latitudes, las cuales incluían suntuosos bailes en las fincas, donde cada familia era anunciada con bastonero elegantemente almidonado y tieso. Las señoritas de esa aristocracia pueblerina llevaban su carnet en mano donde anotaban las piezas de baile comprometidas, cuidándose de no otorgar más de dos piezas seguidas al mismo joven; tenían prohibido tomar y menos beber alguno de los vinos generosos, reservados para los varones. Los bailes amenizados por conjuntos de cuerdas, tocaban danzas de salón y lánguidos valses.

Los paseos por las fincas, los días de campo y las largas vacaciones de las familias que vivían en la ciudad de México, además de la cacería en la bellísima hacienda de San Bartolomé del Monte eran, entre otras, las formas de esparcimiento social. Los paseos en carretas, tirados por briosos corceles de un solo color, daban prestigio a quien podía darse semejante lujo.

La presencia continua de la elite de Calpulalpan motivó la apertura de tiendas con nombres cosmopolitas como \"La Ciudad de Buenos Aires\", propiedad de la familia Pintor y \"La Gran Sociedad\", de don Darío Felix. Expendían todo, como en botica. Ahí se podía comprar desde la mercería más elemental, hasta ciertas telas de mayor refinamiento para una sociedad pudiente y de buenos ingresos. Entre las casas aristocráticas que aún se recuerda en Calpulalpan, está la que fue propiedad de la familia García Yañez, donde hoy se encuentra el mercado municipal. La fachada de esa casa era morisca, con puertas y ventanas de arco ojival y cuyo interior era protegido de la vista de los traúsentes por atractivos vitrales.

Siglo XX

La revolución mexicana. El ocaso de las haciendas en Calpulalpan comenzó con la Revolución Mexicana. La primera restitución ejidal ocurrió el 24 de octubre de 1915, dada en Querétaro por el Presidente don Venustiano Carranza, y siendo secretario de Agricultura y Fomento el Ing. Pastor Roaix, quienes firmaron la restitución del predio conocido como hacienda de Coesillos.

Desde 1914, sin mayor trámite, el general Domingo Arenas había dado posesión a los campesinos de Calpulalpan del predio citado. Pero la contrarrevolución montada en la Comisión Nacional Agraria la había declarado ilegal, regresando el predio a los usurpadores.

La primera restitución agraria fue la punta de la madeja que habían enredado durante varios siglos los hacendados de Calpulalpan, pero que la paciencia campesina iba a desenredar. Los campesinos solicitaban que los predios Amantla y Capellanía, anexas a la hacienda de San Bartolomé del Monte, les fueran restituidas en una superficie aproximada de 737 hectáreas; los anexos a la hacienda de Mazapa, denominados la \"Ventanilla\" y San Diego, en 1 506 hectáreas; San Miguel en 1 070 hectáreas, etc.

El 6 de mayo de 1936, siendo presidente de la República el General Lázaro Cárdenas, concedió una ampliación al ejido de Calpulalpan por un total de 8 376 hectáreas, afectando a las siguientes haciendas: Mal País y anexas con 2 070 hectáreas, que había sido propiedad de la familia Macua; la de Mazapa y anexas en 1 908 hectáreas, propiedad que fue de Salvador Pardo, así como la de San Bartolomé del Monte, en 1 597 hectáreas, propiedad de la Fundación Ignacio Torres Adalid, etc.

La reforma educativa durante la administración del General Lázaro Cárdenas también se dejó sentir en Calpulalpan, introduciendo la educación \"socialista\" en las escuelas primarias federales y estatales, a través de libros de texto como Simiente e Individualismo y Socialismo. La reforma incluyó la llamada educación sexual y la asistencia a la biblioteca ambulante, la cual se transportaba en un vagón que se detenía por breve tiempo en la estación del ferrocarril. Además, el departamento autónomo de Prensa y propaganda (DAPP), a cargo de don Agustín Arroyo, realizaba campañas contra el vicio y de promoción deportiva, mediante funciones de cine. Los niños de Calpulalpan aprendían cantos como Bandera Roja y La Internacional.

El régimen cardenista propició el fortalecimiento de la clase campesina a través de la formación de cuadros, por ello impulsó la formación de maestros a través de las escuelas normales rurales. Los calpulalpenses recuerdan las brigadas que detectaban estudiantes con deseos de ingresar a los internados de las normales rurales, pero también se recuerda la resistencia de los propios campesinos para separarse de sus hijos.

Epoca contemporánea. El 21 de mayo de 1937 don Isidro Candia, gobernador de Tlaxcala, decreta que la Villa de Calpulalpan sea elevada al rango de ciudad.
La electricidad fue introducida a Calpulalpan mediante una planta propiedad del general Ernesto Ortín, cuyas instalaciones se localizaba en el cine Ignacio Mendoza. La plaza era iluminada por una caldera de carbón vegetal, que proporcionaba una luz muy débil a las calles de Calpulalpan. El servicio se proporcionaba de las 6 de la tarde a las 11 de la noche. Después se instaló una planta a base de diesel que por veinte años dio servicio a la población, propiedad del ejido 1936, de 220 volts, marca Caterpillar.

Se mejoró el servicio y algunas personas ya podían escuchar radio. En otoño e invierno el servicio era de 18 a 22:30 horas; invariablemente se daba un primer aviso preventivo a las 22:25, para alertar que se iba a terminar el servicio, inmediatamente había un segundo y a las 22:30 se apagaba. Cuando era necesario reparar la planta, se interrumpía el servicio de dos a tres meses. En 1956 la planta fue vendida y el producto se aportó a la CFE, a fin de introducir el sistema actual.

La energía que alimentaba el nuevo sistema provenía de Tepeapulco, Hidalgo. La prueba del sistema se efectuó el 17 de abril de 1956 a las 14:10, presenciando el acto numerosas personas desde la presidencia municipal. Cuando todo funcionó y la prueba fue exitosa, se echaron las campanas a vuelo y la ambulancia hizo ulular su sirena, lo que provocó que la gente saliera a curiosear y enterarse del acontecimiento.

Asimismo, en febrero de 1942 llegó a Calpulalpan la primera sinfonola traída por los señores Pastor. Operaba con energía eléctrica que le proporcionaba una planta y funcionaba con monedas de 10 centavos. Había tumulto por usar el aparato. Posteriormente fueron llegando otras sinfonolas, algunas de ellas alegraban los bailes, aunque constituía un maniobra muy pesada tener que llevar en camión la sinfonola y su respectiva planta eléctrica.

La orquesta Los Cometas Azules fue dirigida por Daniel Morales y perduró en la región por diez años. Participaba en este grupo: Donaciano Pérez, José García, José Torres Portilla, Jorge Morales, Miguel Macías y Agustín Morales. El grupo desapareció, en 1 950.

En 1942 Jorge y Alizul Carrasco, Fidel y Manuel Domínguez, integraron la marimba Diosa del Sur. No cobraba, actuaba por afición en festejos familiares. En 1945 Julio Malvez también fundó su propia marimba-orquesta.

Toponimia

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La palabra Calpulalpan da nombre al municipio y proviene de Calpollalpan, que en lengua náhuatl se traduce como En las Casas o en las Casonas. Así, Calpulalpan deriva de los vocablos \"Cal\", apócope de \"Calli\", que quiere decir Casa, o de Calpol, que significa Casona, y de \"Pan\", que se traduce como sobre de o en.

Personajes Ilustres

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Paciano Benítez
Distinguido militar nació en la ciudad de Calpulalpan en el año de 1874. Desde muy joven ingresó en el Colegio Militar de la ciudad de México en 1889. A la edad de 19 años, obtuvo el grado de Teniente. Gracias a su dedicación y perseverancia alcanzó el grado de General de Brigada en el año de 1914. Entre los 19 y 20 años ya estaba combatiendo a los rebeldes del estado de Guerrero. En el periodo 1894-1897 participó en la campaña contra los yaquis en Sonora. En los años de 1901 y 1902, combatió a los mayas en Yucatán. Culminando su carrera en los años de 1910 a 1914, enfrentó a los zapatistas de Veracruz y Guerrero.

Francisco Hernández y Hernández
Nació en Calpulalpan a principios del siglo XX. Muy joven es designado jefe de las misiones culturales en los estados de Oaxaca y Coahuila, donde se vincula profundamente a los campesinos indígenas, buscando encausarlos en la lucha para obtener la restitución de las propiedades comunales, usurpadas por los hacendados.

En 1932 los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública se fijan en el trabajo que realiza el profesor Hernández y deciden que debe encargarse de la dirección de la Escuela Normal Rural \"Ricardo Flores Magón\" del estado de Chihuahua. Funda en el mismo año de 1932 la Escuela Normal Rural de la Zona Tarahumara en Huachochi, Chihuahua.

En ese tiempo las autoridades de la Secretaría de Educación Pública consideran indispensable que los maestros normalistas conozcan a fondo la lengua de los indígenas de la región, por lo que deciden encargar al profesor Francisco Hernández de la Coordinación de Investigación Lingüística del Idioma Tarahumara, coordinación que se da a la tarea de traducir los textos de las diferentes materias de la enseñanza, al idioma de los nativos de la región. Producto de esos trabajos de investigación fue la impresión en 1933 de la cartilla RABABE-RARAMURI (Tarahumara-Español), que una vez aprobada por la Comisión Nacional de Estudios Lingüísticos de la SEP, se distribuye en los centros escolares indígenas de esa importante zona del país.

En 1936 organiza las Jornadas de Nacionalidad en la ciudad de México, a la que asisten representantes de cada una de las escuelas federales de la República Mexicana. El sindicato de trabajadores de la Educación de la República Mexicana, lo elige delegado efectivo al Congreso Internacional de los Sindicatos de Trabajadores de la Educación, que se celebra en Moscú, en la Unión Soviética, donde expone los logros de la educación rural y de la educación socialista que llevan a cabo los gobiernos de la Revolución Mexicana. El profesor Francisco Hernández, militante del PRI, es electo diputado federal por el II distrito electoral de su estado a la XLI Legislatura federal. Sus compañeros legisladores que conocen la recia personalidad del maestro rural y dirigente campesino Francisco Hernández, lo eligen Vicepresidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Una vez concluido su periodo como legislador, los diputados lo nombran director de Bibliotecas del Congreso de la Unión. Posteriormente la Secretaría de Gobernación lo nombra Director del Diario Oficial de la Federación. En 1958, sus paisanos tlaxcaltecas lo eligen senador de la República, donde sirve no sólo en las tareas legislativas, sino de gestión social a los campesinos, a los maestros y de manera particular a sus coterráneos tlaxcaltecas. En 1959 los campesinos de México eligen al profesor Hernández Secretario General del la CNC, donde da un impulso decisivo a la Reforma Agraria, coadyuvando al mayor reparto agrario de la administración del Lic. Adolfo López Mateos.

La siguiente administración sexenal, nombra al profesor Francisco Hernández director del Banco Nacional de Crédito Ejidal, encargándose de una de las tareas más complejas, como es el financiamiento de la producción ejidal. En 1978 el profesor Francisco Hernández se da a la tarea de organizar a los trabajadores de ranchos y empresas forestales, fundando el Sindicato Nacional Agrícola, Ganadero, Forestal y Anexos, que se propone defender los derechos laborales de los jornaleros y de los obreros silvícolas de México.

Cronología de hechos históricos

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1521
Esta ciudad en la época prehispánica perteneció al reino de Texcoco; poco después en la conquista, Hernán Cortes realizó el reparto del pueblo de San Antonio y se le adjudico a la alcaldía mayor de Texcoco.
1786 y 1824
A partir del mes de diciembre de 1786, Calpulalpan formó parte medular de la Independencia de México, y en 1824 forma parte integral de México.
1860
El 22 de diciembre en las cercanías de Calpulalpan, los Generales Liberales; Zaragoza y González Ortega derrotan al General Conservador Miraron, dándole termino a la Guerra de Reforma.
1874
El 23 de octubre, por decreto, siendo Gobernador del estado de Tlaxcala. Melquíades Carvajal, el pueblo pasa definitivamente a formar parte del estado de Tlaxcala.
1937
El 21 de mayo, don Isidro Candia, gobernador de Tlaxcala, decreta que la Villa de Calpulalpan sea elevada al rango de ciudad

Medio físico

, Tlaxcala

El municipio de Calpulalpan se encuentra ubicado en el Altiplano central mexicano a 2,580 metros sobre el nivel del mar, se sitúa en un eje de coordenadas geográficas entre los 19° 35\' latitud norte y 98° 34\' longitud oeste. Colinda al norte con el estado de Hidalgo, al sur con el municipio de Nanacamilpa de Mariano Arista, al oriente se establecen linderos con los municipios de Nanacamilpa de Mariano Arista y Lázaro Cárdenas, y al poniente colinda con el estado de México.

Ecosistemas

, Tlaxcala

Flora

Por su ubicación geográfica y clima, corresponde a este municipio una vegetación compuesta principalmente por bosques de pino y oyamel, en el primer caso las especies representativas son pino real (P. montezumae), pino blanco (P. pseudostrobus) y teocote (P. teocote), a menudo asociado con encinos (Quercus crassipes, Q. laurina, Q. rugosa).

campo magueyero
En el segundo caso la especie dominante es el oyamel (Abies religiosa), contando en su masa forestal con individuos de ailites (Alnus jorullensis), huejote (Salix paradoxa) y madroño (Arbutus xalapensis). En las áreas perturbadas del bosque, es frecuente encontrar una población abundante de chaquira (Ceanothus coeruleus), la cual es indicadora del fuerte desequilibrio ecológico, instalándose dicha especie como la inicial de la sucesión biológica. En el municipio se encuentran vestigios de matorral xerófito con individuos aislados de sabino (Juniperus deppeana). En los límites de las parcelas agrícolas, y en general en las áreas urbanas y suburbanas, se encuentran ejemplares de cedro blanco, tejocote, zapote blanco, capulín, trueno, álamo blanco, casuarina y eucalipto.

Fauna

No obstante el crecimiento y expansión acelerada de la mancha urbana, en el territorio del municipio todavía es común encontrar algún tipo de fauna silvestre, a saber: liebre (Lepus californicus), tuza, conejo (Silvilagus floridanus), ratón de campo, codorniz (Cyrtonix montezumae), coyote (Canis latrans), víbora de cascabel (Crotalus sp.) y tlacuache (Didelphis marsupialis).

Atractivos culturales y turísticos

, Tlaxcala

Convento de San Simón y San Judas y Parroquia de San Antonio de Padua.- La Iglesia y el convento de Calpulalpan se encuentran bajo la advocación de San Antonio de Padua, San Simón y San Judas, aunque aparecen esculpidos en la fachada de la Iglesia sobre el tercer cuerpo, han quedado olvidados a pesar de ser los nombres cristianos de aquella población. En la archivolta se descubre chalchihuites y guías con elementos propios de la cultura mexicana. Las dos torres también son de tres cuerpos, la del norte es la original, la otra fue construida en 1940-42. La nave tenía bóveda de medio cañón, pero el incendio provocado por los carrancistas en 1915 lo destruyó, por ello, años más tarde se construyó una bóveda plana de ladrillos.

Después de haber sido tan rico, el interior es de los más pobres, tanto el retablo como las imágenes religiosas, todo lo que se encontraba en el interior se incineró durante la revolución. Parroquia de San Antonio de Padua. El retablo destruido no era el original, más bien se colocó a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Era de estilo neoclásico, semejante al que se conserva en la actualidad en la capilla de la Tercera Orden. El primer retablo era barroco, estaba decorado en oro, incluía pinturas al óleo y esculturas de madera en bulto, un fragmento de él se conserva en buen estado, el que tiene actualmente es del segundo cuarto de este siglo.

La Capilla de la Tercera Orden.- Conserva el retablo y los altares laterales neoclásicos, así como esculturas antiguas de santos. A un costado se encuentra una pequeña capilla destinada al culto de la Virgen María, en cuyo interior se aprecian los muros y el cielo raso con decoraciones de principios del siglo. Las capillas del Rosario y de San Antonio de Padua se decoraron a mediados del presente siglo. El baptisterio es austero. Todas las naves, excluyendo la mayor, tienen cúpulas ricamente elaboradas con ladrillos y argamasa de cal y arena.

El claustro de dos plantas se conserva casi intacto con excepción de los pretiles que se modificaron. El brocal primitivo del pozo fue destruido en la década de los sesenta. Resulta necesario destacar el colorido y la belleza de las pinturas murales protegidas en los nichos de los rincones, según parecen haberse elaborado en 1764 por Sebastián de Avila. Interior de la parroquia de San Antonio de Padua. En los mismos muros de ambas plantas hay frisos típicos en blanco y negro que corren por los cuatro muros. Las columnas son dignas de mencionar. Es el único caso en Tlaxcala donde troncos gruesos de árboles se encuentran sosteniendo el piso de los corredores de la segunda planta y la techumbre del mismo nivel.

En la sacristía existe un lienzo pintado al temple en blanco y negro sobre tres muros, dividido en siete escenas que representan a seis santos, identificándose a Santa Clara, San Francisco y San Buena Ventura, la séptima es El Calvario representado en una forma exquisita, aparecen en él tres personajes con Jesús crucificado. En un pequeño portal construido en el siglo XVI, situado en el extremo sur del convento que parece haber servido de recibidor, está un mapa pintado en blanco y negro donde se aprecia el convento en una de sus etapas iniciales de construcción, al igual que las iglesias, los nombres de los pueblos en jeroglíficos náhuatl y los caminos que cubrían la parroquia en el siglo del arribo franciscano.

En la segunda planta la biblioteca presenta en sus muros pintura mural policroma del siglo XVI, las escenas son arcos de medio punto y otros pintados en negro y gris, decorados en la parte superior con elementos vegetales policromos. Enmarcan símbolos propios del cristianismo en negro. En la misma planta, en el corredor de las celdas, se encuentran expuestos tres tipos de elementos decorativos: el lienzo blanco y negro del remate, Jesucristo en la cruz pintado al óleo policromo sobre el muro, y finalmente una rica colección de pinturas de caballete que abarca varios siglos concluyendo en el siglo XIX. El atrio es amplio, la entrada al norte no deja de recordar los templos prehispánicos de los indios, ya que la escalinata está construida con las mismas piedras de los recintos ceremoniales, propiciando la forma de una pirámide semicircular. Fue en el año de 1608 cuando la iglesia se concluyó, como lo indica una inscripción en la parte exterior del coro.

Zona arqueológica Yehualica (Cerro redondo).- Se ubica en el extremo norte de la sierra nevada, dentro de los límites del municipio perteneciente a Calpulalpan, el sitio arqueológico Yehualica está asentado sobre la cima del cerro homónimo del que es uno de los palacios de Netzahuacóyotl.

El cerro es una meseta boscosa de apariencia plana con pequeños valles cultivados y montículos naturales de escasa altura, la pendiente del terreno es de 14° rumbo norte. Desde cualquier punto geográfico que se le observe presenta una forma redonda, motivo causal del nombre náhuatl \"Cerro redondo\". El sitio total es de 180 X 150 m, fue delimitado hasta donde abarcan los elementos cerámicos y arquitectónicos. Es clara la presencia de 8 estructuras. El edificio mayor conserva su orientación NS, el cual se construyó sobre elevada formación de origen natural de escasa altura a la que se agregaron piedras pegadas con lodo de tal forma que pudiera completarse el núcleo. Está formado por un cuerpo de paredes talúdicas de base octagonal.

El revestimiento es de piedras angulares, algunas talladas y pegadas con lodo, en otras partes todavía pueden observarse la presencia de estuco aplicado encima. El material de construcción fue extraído del mismo macizo rocoso ubicado 100 m, al SW. En la parte superior existen restos de unos diez cuartos pequeños comunicados por accesos cortos y angostos, como parte del conjunto hay una estructura que por su altura parece haber sido la sala más importante del edificio con relación al resto del mismo, al frente de ésta se encuentra un orificio circular de lo que parece ser un pozo con el contorno de piedra.

Casi todo el contorno del edificio está rodeado en su extremo superior por una ancha muralla de 2 m, de espesor y una altura de 50 m. Es seguro que llegó a tener almenas como la muralla de Tenochtitlán o Huexotla, de igual forma en Texcoco los palacios o cillan estaban \"limitados por anchas murallas\". Sobre la esquina noreste aparecieron restos de un muro de menor espesor y material diferente, está construido con tezontle rojo, donde se utilizó cal y tierra, se revistió por ambos lados con estuco de cascajo fino del mismo color que el tezontle, materiales que pudieron haberse importado del nicho ecológico del Mal País, lugar muy cercano. Las construcciones se atribuyen a \"los obreros mayores o arquitectos Xilomatzin, señor de Culhuacan y Moquihuitzin, de Tlatelolco\".

Zona arqueológica La Herradura.- Heredera de la Cultura teotihuacana - acolhua.- Antes de ser habitada la región noroeste del actual estado de Tlaxcala, ésta representó, para la gente que habitaba la cuenca del valle de México y otros grupos prehispánicos, una zona importante de paso o corredor, que permitía transitar hacia el Golfo y Sur de mesoamérica con fines de intercambio comercial. Calpulalpan integró un punto de dicho corredor. Esta región fue ocupada en un periodo muy tardío. La recién explorada zona arqueológica de La Herradura, parece confirmar lo anterior, pues en este lugar se han encontrado restos de la cultura teotihuacana, correspondiente al llamado periodo clásico, así como también elementos de la cultura acolhua en un periodo postclásico. Los hallazgos en esta zona comprenden desde plataformas piramidales, diversas áreas habitacionales y otros elementos de uso común. Esta área se encuentra aún en investigación por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Zona arqueológica Tecoaque.- En este sitio arqueológico, cuyo nombre se deriva de las voces náhuatl tetli-piedra y coac-serpiente y que-plural. Por lo cual significa \"en donde están las serpientes de piedra\". Tecoaque es un sitio arqueológico culturalmente ligado al dominio y expansión de Teotihuacán, el cual atravesó una considerable porción del norte del actual estado de Tlaxcala y fue por donde transitaban sus comerciantes rumbo al sureste de Mesoamérica. Por tal motivo, la vida cultural del sitio empezó probablemente con Tetotihucán, alrededor del año 100 a.C. El sitio se localiza en los llanos de Calpulalpan, sobre una planicie fértil, propia para el cultivo, actividad indispensable para el desarrollo de las altas culturas mesoamericanas.

La localización especial del sitio corresponde al modelo teotihuacano de ciudad o poblado, en espacios abiertos como son los valles. Hasta ahora se han explorado aproximadamente 800 metros cuadrados y un total de once montículos de pequeño tamaño. Sin duda Tecoaque fue un sitio de carácter habitacional, en cuya construcción se empleó considerablemente el tezontle y como adhesivo mortero de cal y arena. Sus recintos habitacionales tienen una disposición rectangular y son flanco de un patio de similar forma, creando de esta manera una unidad cerrada comunicada al exterior mediante un pequeño pasillo. Al centro de la zona arqueológica se localiza un conjunto de montículos y pequeñas plataformas que, indudablemente estuvieron ligadas a actividades y funciones religiosas.

zona arqueológica de tecoaque.
Zona arqueológica Los Cerritos.- Situada a 2 km. al oeste de la población de Calpulalpan, ésta zona pertenece, en sus primeras etapas constructivas, a la cultura teotihuacana y, posteriormente, a la mexica. Es evidente el paso de grupos españoles por este lugar durante la etapa de la conquista.

Haciendas

Amantla.- En la actualidad la hacienda en su mayor parte está en ruinas, pues ya no cuenta con cubiertas, además de que se encuentran muy deteriorados los interiores. El ancho de los muros es de 70 cm, la construcción es de un nivel. Los espacios arquitectónicos con que contaba esta hacienda son: troje, tinacal, machero y calpanerías o (casas de los peones), su producción principal era agrícola y pulquera. La construcción se calcula fue en el siglo XVIII. Los materiales que integran la construcción de la hacienda son principalmente piedra y adobe. Amantla está construida en un valle y en una zona topográfica de llano.

Coesillos.- A la fecha sólo cuenta con unos paredones, ya que en años anteriores se nota que la demolieron; actualmente, se encuentra funcionando un vivero de la SAGAR, se puede observar que la construcción estaba constituida por un sólo nivel, cuyos muros tenían un ancho de 0.7 cm.

Los espacios arquitectónicos propios de la hacienda fueron: troje, capilla, calpanerías, o (casas de los peones), la casa del hacendado y de corrales. La actividad de esta hacienda era pulquera. La época de construcción de esta hacienda data del siglo XVIII. Los principales materiales de construcción son de piedra y adobe. La hacienda se construyó en un valle y una área topográfica de llano.

Mazapa.- Esta hacienda en su época fue muy grande. Actualmente, sólo en lo que fue la calpanería de la hacienda, se encuentra el 80% de la población de Mazapa. Aún cuenta con la entrada principal que es la misma entrada a la población. En la actualidad el régimen de propiedad es privado. Los espacios arquitectónicos de la hacienda fueron: troje, tinacal, machero, capilla, calpanería o casa de los peones, casa del hacendado y corrales. La principal producción de esta hacienda era agrícola y pulquera. Por su gran tamaño la hacienda se construyó en dos épocas, en el siglo XVIII y XIX. La infraestructura de dicho inmueble se encuentra en malas condiciones, pero aún puede ser restaurable. Los principales materiales que se utilizaron para esta construcción fueron el ladrillo, la piedra y adobe. Detrás del sistema constructivo tuvo apoyos como muros de cantera y mampostería, así como columnas de cantera, contrafuertes en mampostería y con cerramientos de platabanda y en arco; sus cubiertas son planas, en viga de madera y terrado. Su principal peculiaridad es que se construyó en una zona montañosa y topográficamente en ladera.

San Bartolomé del Monte.- En proceso de restauración. Como consecuencia, a sufrido bastantes alteraciones tanto exteriores como interiores, debido al cambio de cubierta original por concreto, así como al cambio y aumento de columnas. Los espacios arquitectónicos correspondientes a la hacienda son: troje, tinacal, machero, capilla, calpanerías o c asas de los peones y la casa del hacendado. La hacienda, en su época de apogeo, se caracterizó por una producción agrícola y pulquera. Se construyó durante el porfiriato. Los materiales que se utilizaron para la construcción de dicha hacienda fueron piedra, ladrillo y mixto; sus cubiertas son planas en madera y ladrillo, y abovedadas cupulares en ladrillo. En los sistemas constructivos cuenta con apoyos en muros, en mampostería, aparejos, tapia y mixtos y en adosados en cantería, mampostería y aparejos. También cuenta con cerramientos de platabanda y arco, tiene cubiertas en viga de madera y ladrillo terrado, viga acero y terrado y, por último, cubierta de losa de concreto, en lo que se refiere a bóvedas éstas son de cañón. La hacienda se construyó en una zona de lomeríos, y topográficamente en una ladera.

exhacienda de san bartolomé del monte.
San Cristóbal.- Actualmente, su régimen de propiedad es privado. Cuenta con tres columnas de madera en el patio interior. Los espacios arquitectónicos que la distinguían, fueron: troje, tinacal, machero, establo, capilla y casa del hacendado. En esa época su principal producción era agrícola y pulquera. Su construcción data del siglo XIX; los materiales originales de construcción fueron muros corridos en piedra, ladrillo y mixtos, así como columnas y pilastras aisladas en ladrillo y madera, tenían cubiertas, planas en madera y ladrillo así como también cubiertas abovedadas cupulares en ladrillo. Los sistemas constructivos empleados fueron muros de mampostería, aparejo y mixtos; en los cerramientos se utilizó plantabanda y arcos; las cubiertas fueron planas con viga de madera y ladrillo terrado, así como cubiertas abovedadas en cañón con lunetos, la hacienda se construyó en una zona montañosa, topográficamente en una ladera.

San Miguel Calpulalpan.- En la actualidad la infraestructura de la hacienda se ha remodelado, aún así se conserva muy poco de su estructura original. Constituye una propiedad privada. Los espacios arquitectónicos con que contaba la hacienda son: troje, tinacal, machero, establo, calpanerías o casas de los peones, casa del hacendado y de corrales; el principal tipo de producción era pulquera. La época de construcción fue en dos etapas durante los siglos XVIII y XIX. Los principales materiales que se utilizaron para la construcción de esta hacienda fueron, muros de ladrillo y adobe, en columnas y pilastras fueron de ladrillo, en arcos y platabanda se utilizó también el ladrillo, en cubiertas planas fueron hechas en madera y ladrillo; los sistemas empleados en muros fueron de mampostería y aparejos, en columnas, mampostería; en cerramientos se utilizó el sistema de plantabanda y arcos; en las cubiertas planas se utilizó la viga de madera y ladrillo terrado, esta hacienda se construyó en una zona geográfica de llanos entre montañas.

Zoaquipan.- En la actualidad la infraestructura de esta hacienda se encuentra dividida entre varios propietarios, además de que gran parte de ella está en ruinas, el régimen de propiedad es privado.

exhacienda zoquiapan siglo xviii
Las principales áreas de construcción con que cuenta la hacienda son: troje, tinacal, macheros, capilla, calpanerías, casa del hacendado y corrales. El principal tipo de producción era agrícola, ganadera y pulquera, la época de construcción corresponde al siglo XIX. Los materiales que se emplearon en muros fueron ladrillo y adobe; en columnas pilastras ladrillo en arcos y plantabanda se utilizó la madera y ladrillo; en cubiertas se utilizaron madera y teja, así como ladrillo y madera. Los sistemas de construcción empleados utilizados en muros fueron la mampostería y aparejos; en columnas y pilares, aparejos en cerramientos; dintel, platanbanda y arcos. En las cubiertas el sistema constructivo que se empleó en planas fue de vigas de madera y teja, viga de madera y ladrillo terrado y en bóveda de cañón con lunetos. Se construyó en una zona geográfica de llanos entre montañas.

Poblaciones del Municipio de

Tlaxcala

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