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Reseña Histórica

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Según algunos estudiosos de la antropología, por los vestigios precortesianos que existen, habitaron esta región los toltecas sin poder precisarse con exactitud la fecha en que tuvieron lugar los asentamientos que se formaron tanto en lo que es hoy la cabecera municipal como en sus cercanías. Algunos afirman que allá por el siglo VII de nuestra era comenzaron a establecerse en las márgenes del Lago de Chapala y también del río hoy llamado de La Pasión, varias tribus.

una vista del histórico río de la pasión.
La tradición oral señala que, después de la conquista se formó una congregación mixta, es decir, de origen indio y español y señala como fecha el 29 de diciembre de 1529, toda vez que ya había pasado por estas tierras Don Alonso de Ávalos, primo de Hernán Cortés y muy ligado en intereses al conquistador.

hacienda de san francisco. se pueden observar las ruedas del molino del trapiche.
La misma tradición señala como peticionarios del fundo legal a los españoles Juan de la Salud, Lorenzo Manuel Taracho Tadeo, Bernardino de los Reyes, Pedro Joseph, Concepción de los Angeles, Silvestre de los Santos, Ignacio Cupertino y Cristóbal Nolasco, así como los indígenas Roque Jorge, Franco Javier, Diego Salvador, Gregorio Magdaleno y Juan Evangelista. Todos ellos con sus respectivas familias que fueron multiplicándose hasta formar lo que entonces se llamó la Estancia de Tizapán y varias décadas después San Francisco Tizapán.

hacienda de san francisco javier en tizapán el alto, jal.
El 27 de marzo de 1824 queda adscrito al cantón de Sayula, y al departamento de Zacoalco.

En 1825 sigue perteneciendo políticamente a Sayula y al 3er. Departamento de Zacoalco, teniendo bajo su jurisdicción las Haciendas de Santa Ana y San Francisco Javier, aledañas a su cabecera.

las trojes del viejo mayorazgo de echauri.
En 1837, en la jurisdicción de Sayula perteneciente a Zapotlán el Grande.

En 1843 pertenece al 4° Distrito de Sayula y al primer partido de esa ciudad.

ruinas de la fábrica de azúcar que data del s. xviii (mayorazgo de echauri).
En 1878, perteneciendo siempre a Sayula, pasa al 2° Departamento de Zacoalco.

En 1886, por decreto del General Ramón Corona, a la vez Gobernador del Estado, Tuxcueca es segregada de Tizapán, para erigirse en municipio.

En 1886, La Manzanilla queda integrada como Comisaría y en 1890, el decreto 426, crea en ella la Oficina del Registro Civil, quedando comprendidas, dentro de la comisaría señalada, las rancherías de La Tuna Manza, Las Cuevas, Agua Escondida, La Cañada, La Soledad, La Peña y Palos Verdes.

En 1896, pasa a formar parte del 7° Cantón de Chapala por decreto 747 del 30 de diciembre de ese mismo año.

En 1906, por decreto del Gobernador Miguel Ahumada, la Comisaría de La Manzanilla se erige en municipio.

En 1924, se erige la Estancia de Columba como Comisaría y en 1947 la de El Volantín.

En 1998, el Municipio cuenta con la cabecera municipal, 2 delegaciones y 8 agencias municipales:
Villa Emiliano Zapata Delegación
El Volantín Delegación
Mismaloya Agencia Municipal
El Refugio Agencia Municipal
La Rosa Amarilla Agencia Municipal
Colonia Madero Agencia Municipal
Churintzio Agencia Municipal
El Zapote Agencia Municipal
Los Sauces Agencia Municipal
La Cañada Agencia Municipal

Toponimia

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El significado de la palabra Tizapán es lugar de Tiza, o agua sobre el tizate debido a los bancos de ese mineral no metálico que existen alrededor de esta región.

Personajes Ilustres

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J. Encarnación Rosas ( - 1813). Insurgente.
José Santana ( - 1856) Insurgente.
J. Jesús Negrete Constituyente de 1857 (se ignoran las fechas de su nacimiento y muerte).
Carlos B. Alonso, Ramiro Vargas Sánchez, Carmen Cárdenas Martínez, Angelita Navarro, Ma. Guadalupe Rico Garza, Elvira Torres Zavala, Ma. Luisa González, Neófita Ruelas Alejo. Maestros eméritos

Cronología de hechos históricos

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Época Colonial

La fundación de Tizapán, como ya se dijo, data del 29 de diciembre de 1529 y pasa a formar parte de lo que se llamó, dentro del Reino de la Nueva Galicia, la Provincia de Ávalos.

A la nueva congregación se le otorga el fundo legal, que consistía en 600 varas castellanas (80 centímetros aproximadamente), a los cuatro vientos y en forma de cuadrado. El centro de dicha medición fue la vieja capilla que construyeron los frailes franciscanos que acompañaban a Alonso de Ávalos y cuyos nombres ha registrado la historia como Miguel de Bolonia y Juan de Padilla.

Alrededor de este fundo legal comienzan a formarse las grandes haciendas que fueron propiedad de la familia de Ávalos durante varias generaciones y aunque con algunos cambios en los apellidos, pertenecían al mismo clan familiar. Así vemos que el Marqués de Falces, don Luis de Velasco y el Conde de Monterrey, respectivos virreyes de la Nueva España, comienzan a otorgar mercedes durante los años 1567, 1591, 1593 y 1601, aun cuando desde mucho tiempo atrás de hecho estaban en poder estas tierras del clan Ávalos, a través de sus más distinguidos miembros como lo fueron Alonso de Ávalos \"€œel Viejo\"€, que fuera conquistador; Alonso de Ávalos \"€œel Joven\"€, que se casara con la ambiciosa María Delgadillo; y Alonso de Ávalos \"€œel Mozo\"€, de la misma descendencia, aun cuando en una de las mercedes otorgadas por el Virrey, se les coló la señora Lucía de Oporto, hija del gobernador de la provincia de Michoacán.

interior del casco de la hacienda de san francisco.
A esta sucesión de propietarios que llegaron a abarcar lo que hoy son cerca de 20 municipios del sur de Jalisco y que se conoció como la Provincia de Ávalos, que aunque no tenía muy bien fijada su existencia jurídica, de hecho era reconocida como tal.

En la segunda década del siglo XVII, llega a estas tierras don Joaquín Fermín de Echauri, procedente de Tudela, España, y hombre ligado a los negocios de Guadalajara, así como a los empleos productivos quien decide hacerse terrateniente y gracias a los conflictos familiares que tenían los descendientes de la casa avaleña, pudo fundar un mayorazgo que llevaría su nombre, es decir, el Mayorazgo de Echauri, no tan extenso como la antigua provincia, pero un latifundio nada despreciable que en la actualidad nos sorprende por la gran cantidad de terrenos que comprendía, entre ellos, por supuesto, los correspondientes a la Hacienda de San Francisco Javier, en Tizapán el Alto.

ruinas de lo que fue la casa de doña gertrudis echauri.
Mientras tanto, los habitantes del pueblo o cabecera, seguían constreñidos dentro de sus 600 varas y se dedicaban a la pesca, a cultivar árboles frutales criollos y en muy pequeña escala a la cría de ganado menor y aunque poco se menciona en la documentación existente, sometidos al poderío económico del clan Echauri.

Con frecuencia se presentaban dificultades por los límites que correspondían el fundo legal de los naturales que se veían invadidos por los Echauri o viceversa; cuando don Joaquín Fermín se ausentaba de estas tierras, los naturales le invadían algunos terrenos para la siembra de camoteras y hortalizas, lo que provocaba constantes conflictos legales que muchas veces llegaron a la Real Audiencia de la Ciudad de México.

De la familia Echauri, podemos decir que poseyeron tan importantes extensiones de terreno y cabezas de ganado que podrían considerarse como una de las familias más ricas de la Nueva Galicia; y a don Fermín le sucedió don Agustín Félix, don Ignacio, (todos Joaquines) y finalmente doña Ignacia y doña Gertrudis Echauri Colaso, últimas descendientes de esta familia por línea directa.

arquería del corredor en la hacienda de san francisco.
A don Joaquín Ignacio y a sus hijas Ignacia y Gertrudis, les había tocado el trago amargo de la guerra de Independencia y el mayorazgo había perdido muchos terrenos y cabezas de ganado, así como los sembradíos que por costumbre se cultivaban en sus haciendas habían venido a menos.

A la muerte de don Joaquín Ignacio en 1830, le sucedieron en el mayorazgo sus dos hijas, la primera, doña Ignacia, falleció y heredó sus pertenencias a doña Gertrudis Echauri, quien heredó grandes extensiones de terrenos pero también grandes deudas de sus antepasados y le tocó presenciar el final del mayorazgo, que ya solamente se sostenía a base de arrendatarios pues las fábricas existentes en sus dominios, se encontraban prácticamente improductivas, debido tal vez a que doña Gertrudis carecía de las dotes administrativas de sus antepasados.

La Guerra de Independencia

Tizapán el Alto, Jal., tuvo una activa participación en la guerra de Independencia. Colmado el sufrimiento ocasionado por la oligarquía española, solamente faltaba que algún valiente diese la señal para librarse de aquella opresión que resultaba grotesca en el siglo de las luces. De pronto surgen dos guerrilleros que movieron todas aquellas voluntades ansiosas de libertad: J. Encarnación Rosas y José Santana, quienes organizaron a los indios de la región del sur del Lago de Chapala y secundaron al Sr. Cura de Ocotlán, don Marcos Castellanos en su lucha por la libertad.

Durante más de cuatro años que duró el sitio de la isla de Mezcala, los habitantes de Tizapán estuvieron ayudando con alimentos, armas, municiones y ropa a los heroicos defensores de la isla a quienes solamente el hambre y la peste lograron doblegar y sin rendirse firmaron un armisticio.

Cabe señalar que del capitán realista don José de la Cruz, el subalterno Angel Linares invadió Tizapán y destruyó todo cuanto había en él, asesinando sin piedad a cuantas gentes se cruzaron en su camino hasta que diezmó a la población.

Unas cuantas familias lograron escapar de la cruel matanza y se refugiaron en algunos ranchos próximos a la sierra del Tigre. Meses después el teniente Angel Linares, que había recibido honores por su fechoría, era colgado en la plaza de Tizapán, y su cadáver expuesto a la burla de las pocas gentes que quedaron. Un letrero rezaba así \"€œDonde Mató, Murió\"€.

Una vez consumada la guerra de Independencia la vida de Tizapán siguió su vida normal. Las familias que habían huido volvieron a establecerse en su lugar de origen y aunque ya independientes, seguían sometidos al poderío ya diezmado de la familia Echauri, cuyas propiedades permanecieron sin daño alguno en la espantosa guerra de Independencia, en razón de ser descendientes de españoles.

A la muerte de doña Gertrudis Echauri en 1853, el poderío concentrado en la Hacienda de San Francisco, pasó a manos de don Felipe Macías, uno de los herederos de la señora Echauri, quien sólo permaneció pocos años en Tizapán debido a que pasada la guerra de Independencia surgieron gavillas de ladrones que asolaban las poblaciones y sobre todo las Haciendas.

Pasar por varios dueños lo que quedó de la Hacienda de San Francisco fue cosa común hasta la llegada de la familia Méndez durante el porfiriato, quien por instrucciones del Presidente de la República debían mantener la paz a sangre y fuego, por medio de las guardias blancas. Puede decirse que si hubo tal paz fue a causa de la pérdida total de la libertad, pues si los mexicanos habían salido del sometimiento de los españoles, habían caído nuevamente en otra clase de esclavitud pues los peones acasillados no eran otra cosa sino esclavos de los señores hacendados.

La Revolución

Al estallar la Revolución Mexicana en 1910, la vida en Tizapán transcurre sin cambio alguno sino hasta cinco años más tarde en que las tropas del General Francisco Murguía saquean al pueblo y queman los graneros de la Hacienda de San Francisco. Se lleva a la práctica la leva y muchos hombres que solamente sabían manejar el arado o el azadón, son cargados con rifles y conducidos hasta Ocotlán, donde debían enfrentarse a las fuerzas del General Obregón. Sobra decir que estos contingentes de gente pueblerina, desconocedora de toda disciplina militar, solamente iba a servir de carne de cañón, pues no sabían manejar ni un rifle ni una pistola.

La Revolución Mexicana, en su sentido constructivo, llega por primera vez a Tizapán en 1919 con el primer reparto agrario, después en 1920, 1925 y 1937. Siendo un pueblo esencialmente agrícola, el reparto agrario era ineludible e impostergable.

Cabe hacer notar que tal vez fue un error destruir la unidad de producción que estaba establecida en la Hacienda de San Francisco, pues había la fábrica de azúcar y alcohol, jabón, el molino de harina, la industria de la curtiduría, que cedieron al reparto agrario y desaparecieron.

A más de 60 años de sucedidos estos acontecimientos, no ha sido posible integrar en Tizapán ninguna industria que pueda darles trabajo a los desocupados. Aquí se perdió una oportunidad muy grande de continuar industrializando al municipio en aras de cumplir con la justicia social.

El siglo XX, ha constituido una serie de logros para Tizapán en materia educativa pues se encuentran cubiertas sus necesidades en todos los grupos desde pre-primaria hasta educación media superior. Si a principios del siglo era una sociedad agraria y rural, a finales del mismo sigue siendo una sociedad agraria y de servicios, pero sin pasar por la industrialización que tan necesaria se hace para completar el desarrollo integral de esta sociedad mitad rural, mitad citadina.

El principal aniversario que celebra Tizapán es el de la Independencia y seguido por el de la Revolución Mexicana, sin menoscabo de otros que conmemoran las gestas heroicas de nuestro país.

Medio físico

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Situación

El municipio se localiza al sureste del estado de Jalisco, en las coordenadas 20°02\"€™40\"€™\"€™ a 20°56\"€™15\"€™\"€™ de latitud norte y 102°36\"€™06\"€™\"€™ a 103°09\"€™40\"€™\"€™ de longitud oeste. Su altura sobre el nivel del mar es de 1,532 metros.

Delimitación

Sus límites son al norte, el Lago de Chapala; al sur, el municipio de La Manzanilla de la Paz; al oriente, el estado de Michoacán y al poniente el municipio de Tuxcueca.

Ecosistemas

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La flora en el municipio la conforman especies como: encino, huizache, palo dulce, sabino, nopal, granjeno, tepame y otras especies menores.

Fauna

La liebre, el conejo, venado, tejón, armadillo, tlacuacha, zopilote, cuervo y otras especies.

Atractivos culturales y turísticos

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Los principales monumentos artístico-arquitectónicos son el templo de San Francisco de Asís, cuya construcción se inició el 4 de octubre de 1836, siendo el Sr. Cura don José María de la Mora quien colocó la primera piedra. Este importante edificio se terminó hasta 1905, debido a que en el intervalo de su construcción sucedieron muchos acontecimientos históricos que obstruyeron el proyecto. Es uno de los edificios religiosos más importantes del Estado de Jalisco.

atrio y fachada del templo de san francisco de asís.
Su estilo es una amalgama de dórico, greco-romano y gótico, pero que en ningún modo es inarmónico. El segundo complejo arquitectónico-histórico son las ruinas de la exhacienda de San Francisco, que a pesar de los siglos transcurridos, sus ruinas conservan un señorío sin igual que debería ser intervenido por el INAH para evitar su destrucción total dada su importancia histórica. Según documentos que existen, el inicio de la construcción del casco de la Hacienda data del año 1542.

una de las torres del templo de san francisco de asís, desde el curato.
Obras de Arte

Esculturas

En el templo de San Francisco de Asís se encuentra una escultura que representa al mismo Santo, que según expertos data del siglo XVII, está estofada en oro y es de una sola pieza en madera. Su origen es posiblemente europeo dado el estilo de esa época. Existen algunos murales en muy mal estado de conservación y otras imágenes de santos de menor valor artístico y cuya fecha de construcción se perdió en los tiempos.

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